Perjuicios de la publicidad
La publicidad es omnipresente en nuestra sociedad moderna. La podemos encontrar en las vallas publicitarias, televisión, radio, Internet, llamadas telefónicas e incluso camisetas. Lo que inició como un medio que utilizaban las empresas para informar al público sobre sus bienes y servicios para la venta, se ha convertido hoy en día como uno de los elementos estratégicos más importantes del marketing, encargándose de “hacer correr la voz” (promoción); y con esto, crear necesidades dentro de los consumidores para que esos deseos se puedan cumplir con un beneficio (incremento del consumo, insertar o reposicionar una marca, mejorar la imagen, etc.).
La publicidad ofrece numerosos beneficios para las empresas y en algunos casos para los consumidores. Sin embargo, también brinda algunos inconvenientes o desventajas considerables:
Desventajas o perjuicios de la publicidad
Costos
La publicidad requiere dinero, las empresas deben pagar ya sea para anunciar a través de un servicio de publicidad en Internet o en vallas publicitarias, imprimir anuncios en un periódico o publicar en la radio y la televisión. Diseñar los anuncios y la copia también cuesta dinero. Por lo tanto, el costo asociado con la producción de los anuncios es el principal inconveniente que ofrece la publicidad a los negocios, especialmente a los pequeños y medianos. Por otro lado, no existe una garantía de recuperar la cantidad invertida.
Tergiversaciones
La publicidad tiene como objetivo ganarse la confianza del consumidor y alentarlo a adquirir los productos o servicios ofrecidos al presentarlos de la mejor manera posible, generalmente acentuando sus cualidades y minimizando sus inconvenientes. Hay un margen de libertad en el proceso creativo. Sin embargo, el problema surge cuando se cruzan los límites de la ética publicitaria y se representan falsamente o de forma engañosa. Exagerar, mentir o hacer afirmaciones falsas en los anuncios sobre la eficacia o utilidad de los bienes y servicios, puede llevar a los consumidores a tomar decisiones basadas en informaciones erróneas. Existen casos en que se utilizan los anuncios como parte de estafas dirigidas a defraudar al público.
En Chile, la Ley Nº 19496 de protección de los derechos de los consumidores regula e impone sanciones para las personas o empresas que a sabiendas (o debiendo saberlo) inducen en la práctica de publicidad engañosa.
Imágenes falsas
Estamos continuamente expuestos a la publicidad y esta puede influir en algunas ocasiones en forma negativa en cómo las personas se sienten sobre sí mismas. Según las imágenes que ven en la publicidad, hay mujeres que sienten que deben ser delgadas y bellas, así como ocupar puestos de trabajo a tiempo completo, mientras se dedican al hogar y al cuidado de sus hijos sin ayuda de terceros. Por el lado de los hombres, deben ser maridos guapos, atléticos, cariñosos, padres reflexivos y viriles en todo momento. Estas imágenes son en la mayoría de ocasiones irreales y difíciles de alcanzar.
Promoción de productos dañinos
De acuerdo a varios estudios, la publicidad de bebidas alcohólicas, especialmente en la televisión, el Internet, la radio, el cine y la música popular, influye a los adolescentes a su consumo. Por lo tanto, los anuncios publicitarios se identifican como fuentes potenciales a través de las cuales los jóvenes aprenden sobre estas bebidas y como posibles influencias en los problemas asociadas a ellas.
Así mismo, entre los perjuicios de la publicidad en los jóvenes se incluyen el aumento del consumo de cigarrillos, la obesidad, la mala nutrición y los trastornos alimentarios.
Influencia política
Actualmente las campañas políticas se han convertido en concursos de mercadeo masivo que utilizan estrategias que pueden ser indistinguibles de la publicidad. Los métodos de persuasión más caros y creativos en forma de anuncios políticos influyen enormemente en el resultado de las elecciones.
Desperdicios
Las empresas están en continua innovación en lo relacionado con sus productos y servicios. Estas innovaciones se introducen en el mercado a través de campañas publicitarias que generan ventas y llevan a la eliminación de los productos más antiguos que reemplazan los nuevos. Este es un ciclo recurrente que crea más y más desperdicios, y si no se cuenta con planes de reutilización o reciclaje, puede traer problemas ambientales.