El lenguaje corporal y las manos
El lenguaje corporal permite apoyar el mensaje verbal que estamos enviando durante una comunicación y revela nuestras sensaciones, emociones y percepciones a nuestro interlocutor. Por lo tanto, es una forma de comunicación no verbal que engloba los gestos, posturas, expresiones faciales, movimientos del cuerpo (manos, piernas, cabeza) y voz. Suele realizar de forma inconsciente, de manera que es generalmente un indicador muy claro del estado emocional de las personas.
En la oratoria, el lenguaje corporal es tan importante, al menos, como el lenguaje verbal. Para comunicarse de manera exitosa, no basta con que el orador hable con una retórica impecable y una voz bien colocada, la forma es que utiliza su cuerpo y gestos le puede ayudar a acentuar, sustituir o incluso contradecir lo que expresa con sus palabras. Un ejemplo de esto son las manos, una de las partes más móviles del cuerpo (en conjunto con los brazos) que ofrecen un enorme registro de posibilidades para la comunicación no verbal.
Las manos son un par de elementos que sirven de herramienta para apoyar y darle mayor fuerza a los mensajes verbales, así como contradecirlos. Debido a esto, durante una presentación se debe evitar poner las manos dentro de los bolsillos (u escondiéndolas de la audiencia), cruzar los brazos hacia adelante o hacia atrás del cuerpo, así como llevarse las manos a la cadera. Lo ideal es dejar que los brazos y las manos acompañen el mensaje, sin gesticular en exceso, sin forzar ningún movimiento. Para ello, se debe dejar los brazos sueltos y distendidos a ambos lados del cuerpo y comenzar a hablar. Luego de algunos segundos, estarán actuando naturalmente como auxiliares de la alocución.
GESTOS CON LAS MANOS PARA SER UN ORADOR EFICAZ
Palmas juntas
Este gesto evoca respeto, tranquilidad y paz. Se usa generalmente luego de exponer un punto importante de la presentación, por ejemplo, cuando el orador hace una pausa para que el público reflexione y considere la importancia de una idea que acaba de compartir.
Contar con los dedos
Este gesto es fundamental para resumir los puntos clave de la presentación y de esta manera, las personas recuerden lo que se dijo en ella. Lo ideal es contar hasta 5 con los dedos durante la presentación y al final resumir los puntos clave.
Puntas de los dedos que se tocan (o manos en ojiva)
Se produce cuando las palmas de las manos se encuentran entre sí y sólo se tocan las puntas de los dedos (los dedos se asemejan a un campanario). Este gesto demuestra confianza y seguridad en uno mismo. Generalmente se usa el gesto hacia arriba (campanario hacia arriba) cuando la persona está hablando. El campanario hacia abajo se usa más cuando se está escuchando. Este gesto no debe utilizarse con mucha frecuencia, ya que puede llegar a confundirse con arrogancia.
Brazos abiertos y palmas hacia arriba
Mantener los brazos extendidos y con las palmas de las manos hacia arriba es perfecto para hacer sentir a la audiencia como parte de la presentación. Es muy utilizada por los políticos en sus alocuciones.
Manos en el corazón
Este gesto demuestra honestidad, se suele utilizar cuando se exponen palabras que son genuinas durante una presentación. También es muy utilizado por los políticos.