El lenguaje corporal y la sonrisa
El lenguaje corporal permite exponer o reforzar el mensaje verbal que estamos enviando durante una comunicación, permitiendo revelar nuestras sensaciones, emociones y percepciones a nuestro interlocutor. Este engloba una variedad de recursos, siendo los más importantes la mirada y la expresión facial, ya que ambos son los medios más importantes para expresar emociones y estados de ánimo.
En el rostro se ven reflejadas las actitudes, las reacciones antes los demás y las emociones que una persona siente en un determinado momento. Por lo tanto, dentro de las expresiones faciales, la sonrisa cobra especial importancia porque a través de ella podemos transmitir diferentes mensajes y también disimular emociones. Una sonrisa puede comunicar interés, puede suavizar un rechazo o comunicar una actitud amigable.
LA SONRISA DE DUCHENNE
Recibe su nombre en honor al médico investigador francés Guillaume Duchenne, quien en el siglo XIX detectó esta expresión labial mientras investigaba sobre la fisiología de las expresiones faciales. Esta es generalmente considerada como la sonrisa más genuina y espontánea. De acuerdo a Duchenne, la sonrisa involucra la contracción de los músculos cigomático mayor y menor cerca de la boca, que elevan la comisura de los labios, y el músculo orbicular cerca de los ojos, cuya contracción eleva las mejillas y produce arrugas alrededor de los ojos.
TIPOS DE SONRISAS
Existen muchos tipos de sonrisas, cada una tiene un significado especial dependiendo de lo que la persona siente en su interior (placer, alegría y diversión e incluso tristeza). El psicólogo estadounidense Paul Ekman distinguió nada menos que dieciocho tipos diferentes de sonrisas y describió las expresiones faciales y los músculos específicos del rostro involucrado. Algunos de ellos son:
Sonrisa sincera
Participa el musculo cigomático, se elevan las mejillas y salen patas de gallo (arrugas alrededor de los ojos). Estas últimas son el mejor indicativo de que ese gesto viene derivado de una sensación de alegría real. Esta sonrisa dura más cuando los sentimientos positivos son muy intensos.
Sonrisa amortiguada
Se aprietan los labios, salen patas de gallos y se estiras las comisuras de los labios. Esta sonrisa refleja sentimientos positivos aunque disimulando la intensidad.
Sonrisa falsa
En esta sonrisa carece de la participación de los ojos como ocurría en la sonrisa de Duchenne (elevación del músculo orbicular cerca de los ojos, cuya contracción eleva las mejillas y produce arrugas alrededor de los ojos) y sugiere que la persona está fingiendo la verdadera felicidad.
Sonrisa burlona
Los labios se elevan en un ángulo muy pronunciado. Se le conoce como Sonrisa de Chaplin.
Sonrisa temerosa
En ella no se observa expresión positiva; el músculo risorio tira de los labios hacia las orejas y los labios quedan en posición rectangular.
Sonrisa desdeñosa
Contracción del músculo orbicular de los labios, protuberancia en torno a las comisuras y, en ocasiones, hoyuelos.
Sonrisa triste
Es asimétrica y prolongada. Habitualmente implica que la persona no va a quejarse, muestra emociones negativas sin querer ocultar la desdicha.
LA SONRISA EN LA ORATORIA
La sonrisa es la mejor carta de presentación del orador. Una sonrisa fresca, genuina, encantadora y sobretodo sincera es útil para encantar al público al momento de comenzar un discurso. También es un excelente recurso cada vez que el mensaje transmita alegría, diversión o logro, ya que será capaz de reforzarlo de tal manera que quien lo escucha lo sienta casi con la misma intensidad que quién lo expone.