Ejercicios para hablar en público
Considerado como uno de los mayores temores que posee el ser humano, hablar en público es una actividad desagradable para muchas personas. Ya sea en la escuela, trabajo, celebración familiar o con motivo de presentaciones, conferencias (o seminarios), tendremos que enfrentarnos frecuentemente a una audiencia y debemos hacerlo correctamente para conecta con ella y causar el mayor impacto.
Sin embargo, hablar en público realmente no es tan difícil, con una práctica constante junto a la paciencia y confianza suficiente, podremos lograr comunicar los mensajes con mayor eficacia (o elocuencia). Por esta razón, te enseñaremos algunos ejercicios que te ayudarán a mejorar tu habilidad para hablar en público:
Respiración.
Ejercitar tu respiración fortalecerá tu diafragma y lograrás así proyectar mejor tu voz y hablar con fluidez sin que te falte aire, así como tener una mayor claridad mental.
- Siéntate con la espalda recta y los hombros hacia atrás.
- Exhala todo el aire de tus pulmones y luego inhala profundamente, asegurándote que tu abdomen se infle y tus costillas se expandan.
- Cuenta hasta tres lentamente mientras inhalas, tres mientras retienes el aire y tres mientras exhalas.
Realiza este ejercicio de 3 a 5 minutos, tres veces al día.
Vocalización.
Realizar este ejercicio una vez al día te permitirá desarrollar un tono y timbre de voz más agradable, con lo que conseguirás hablar por más tiempo sin sentir fatiga en tu garganta y proyecta mejor tu voz.
- Relaja todo tu cuerpo, especialmente tu garganta.
- Exhala todo el aire de tus pulmones, inhala y pronuncia en un tono constante, mientras dejas salir un flujo de aire constante, las siguientes vocales por varios segundos en el siguiente orden: o, u, a, e, i. Empieza con tu tono natural de voz y luego repite el ejercicio con tonos más graves y tonos más agudos, asegurándote de no sentir tensión en la garganta.
Trabalenguas.
Los trabalenguas te ayudarán a mejorar tu dicción, permitiéndote pronunciar de manera más clara las palabras y evitar problemas de titubeo al hablar.
Recita al menos 5 trabalenguas que contengan consonantes diferentes, al menos seis veces todos los días. Intenta aumentar poco a poco la velocidad, sin descuidar la buena pronunciación, prueba también con un lápiz debajo de tu lengua o exagerando el movimiento de tu boca, labios y lengua.
Prueba con los siguientes trabalenguas:
1
Un trabalengüista muy trabalenguoso
creó un trabalenguas muy trabalenguado
que ni el mejor destrabalengüista
podría destrabalenguar.
2
Me han dicho un dicho,
que dicen que he dicho yo.
Ese dicho está mal dicho,
pues si yo lo hubiera dicho,
estaría mejor dicho,
que ese dicho que dicen
que algún día dije yo.
3
Si cien sierras aserran cien
apreses, seiscientas sierras
aserran seiscientos apreses.
4
Si tu gusto gustase el gusto
que gusta mi gusto,
seríamos del mismo gusto,
pero como tu gusto no gusta el gusto
que gusta mi gusto,
no somos del mismo gusto.
5
María Chuchenna su choza techaba,
y un techador que por allá pasaba,
le dijo:
– Chuchena,
¿tú techas tu choza, o techas la ajena?
Visualización
Visualizarte a ti mismo realizando exitosamente tu presentación te ayudará a desarrollar mayor confianza en ti mismo.
- Acuéstate boca arriba en un lugar cómodo.
- Cierra tus ojos e imagínate a ti mismo haciendo una presentación en público. Imagina cada detalle como si lo estuvieras viviendo; qué tan grande es el auditorio, cuántas personas están presentes, la actitud positiva y receptiva de la audiencia, tu confianza y elocuencia en tu forma de hablar, los aplausos y reconocimiento que vas a recibir al final. Siente la emoción y satisfacción de hacerlo bien.
Grabación del discurso
Grabar mientras prácticas tu discurso, ya sea en audio o video, te ayudará a mejorar y corregir cada detalle y cada error, como por ejemplo, mejorar tu pronunciación y entonación. Escucha atentamente tus grabaciones y no te preocupes si tienes muchos errores o detalles por corregir, poco a poco irás mejorando. ¡Confía en ti!
Improvisación
Improvisar es probablemente la mejor manera para desarrollar la agilidad necesaria para hablar con elocuencia, además, te ayudará a desarrollar una mayor confianza en ti mismo.
- Elige un tema específico relacionado con algo que te gusta, interese o que conozcas muy bien.
- Diseña un esquema con tres o cuatro ideas claves y con una introducción y cierre cortos.
- Repasa el esquema y empieza a improvisar un pequeño discurso frente a un espejo, micrófono, cámara o persona que te pueda brindar retroalimentación.
Leer y escribir.
Este ejercicio te ayudará a desarrollar un gran dominio sobre algún tema en específico.
- Lee e investiga información sobre ese tema en particular. Si no acostumbras leer, empieza con el hábito de leer de 15 a 30 minutos diarios.
- Organiza tus ideas y pensamientos relacionados al tema a través de la escritura. Utiliza
un cuaderno, una agenda o un mapa mental y escríbelas, puedes intentar escribirlas en forma de ensayos o artículos. Tómate para esta actividad unos minutos al menos un día de la semana.
Recuerda que la práctica hace al maestro. Si quieres desarrollar tu habilidad de oratoria, no basta con practicar estos ejercicios una o dos veces. Así como los futbolistas se entrenan todos los días para mejorar su condición física, debes ejercitarte constantemente y con disciplina para que logres todas tus metas.